Qué es el mentoring y qué beneficios tiene para las empresas

A pesar de que actualmente contamos con un sistema educativo de gran calidad y de que de las universidades sale personal altamente preparado, todavía carecemos de una enseñanza práctica que acerque todos esos conocimientos teóricos a la realidad.

Es en este contexto donde una figura como el mentoring en la empresa puede hacer crecer a un trabajador.

Se trata de una figura capaz de orientar a un profesional y ofrecerle ciertas pautas, basadas en su propia experiencia. 

Cuando hablamos de mentoring o mentoría nos referimos al desarrollo de conocimientos utilizando como medio de aprendizaje un tutor o mentor, quien, además de enseñar, aconsejará, guiará y ayudará a su aprendiz durante el proceso. El objetivo es siempre el desarrollo de aptitudes o habilidades profesionales, y está basado en una enseñanza práctica, sustentada en la experiencia del mentor, es decir, el aprendiz aprende a través de la experiencia de su tutor.

Es una práctica que va más allá de la mera relación alumno-profesor y, desde luego, que se desmarca del simple aprendizaje de conceptos teóricos. En ella, juegan un papel importante la confianza, el compromiso y la implicación emocional.

Podemos encontrar un ejemplo en el caso de un trabajador que es preparado para ascender a un puesto de dirección a través de la experiencia de un directivo veterano o de un trabajador que, antes de jubilarse, comparte su conocimiento y experiencia con otro, perpetuando su saber hacer en la empresa.

La aplicación de la mentoría tiene múltiples beneficios en el marco empresarial. Partimos siempre de la idea de que todas las personas tienen un potencial profesional, el cual es susceptible de ser desarrollado y explotado, en este caso, este desarrollo se llevará a cabo a través de la figura de un mentor. Así, el primer beneficio sería el aumento del talento de la plantilla.

También funcionará como un factor de aumento de la motivación del mentor y del tutor, lo que favorecerá su productividad. En el caso del tutor, se verá desarrollado su liderazgo, una cualidad que le será útil en otros ámbitos de la empresa.

Asimismo, tiene el efecto de conseguir un crecimiento de la confianza entre jefes y subordinados, lo cual puede redundar en una mejora de la comunicación y el funcionamiento de la empresa. Por último, facilita el aprendizaje de los errores cometidos en el pasado, al traspasar la experiencia de unos a otros, y la gestión del conocimiento.

Bien aplicado, sería un modo de crear trabajadores a la carta, ya que, a través de la figura del mentor, potenciaremos las cualidades que más valor tienen en nuestra empresa.

Aunque en ocasiones puedan llegar a confundirse, el coaching y la mentoría en la empresa son dos figuras muy diferenciadas.

Así, la diferencia principal radica en el traspaso de la experiencia que, en ningún caso se da en el coaching, ya que este no ofrece su punto de vista, sino que ayuda al trabajador a que sea él mismo el que encuentre sus propias respuestas.

Además, el coaching tiene como eje principal el puesto de trabajo y la tarea, mientras que la mentoría en la empresa se dirige al desarrollo profesional del aprendiz en general, de modo que el aprendizaje que ofrece sería válido para cualquier puesto de trabajo y tarea.

Por último, en el caso del mentoring, el mentor será un profesional experto y con amplia experiencia en un sector, mientras que el coaching será un experto en técnicas de coaching y no tiene por qué tener conocimientos en el sector de influencia del trabajador.

Como vemos, el mentoring en la empresa es una herramienta muy útil , que puede ayudarnos a crecer a través del crecimiento de nuestros trabajadores. Además, no suele necesitar grandes recursos, siempre que contemos en nuestra plantilla con buenos profesionales con experiencia que puedan realizar la labor de mentor.