Las competencias digitales son cada vez más importantes en el sector educativo a todos los niveles.

Este cambio requiere que los docentes se involucren en una formación continua que les permita estar al día y poder aprovechar todas las herramientas que las tecnologías ponen a nuestra disposición.

Ya se está comenzando a hablar del maestro 2.0, o docente 2.0 para hacer referencia a los profesores que reúnen todas las cualidades necesarias para poder desenvolver sus funciones de manera online.

Un profesor online debe tener los conocimientos técnicos necesarios sobre sistemas operativos, tener soltura a la hora de enfrentarse a cualquier aplicación y en el caso de trabajar con menores de edad, conocer herramientas de control parental.

Debe saber adaptar la metodología a los nuevos materiales digitales disponibles.

Además, tiene que tomar un rol de ‘coach’ o facilitador para guiar al alumnado en su proceso de aprendizaje y motivarle a través de dinámicas y estrategias que fomenten su participación y aseguren la realización de la actividad formativa.

También debe conocer la  utilización de las redes sociales para la interacción, difusión y creación de marca y recursos web para crear y/u obtener contenidos.

Otro rasgo del docente 2.0 es la participación en comunidades online donde los educadores intercambian inquietudes, experiencias y conocimientos.

Además, para ser un buen docente, hay que contar con una serie de competencias, tanto en el entorno digital como fuera de él.

• Habilidad para comunicar y hacer llegar los conocimientos a los alumnos de manera clara y sencilla, para que estos los puedan asimilar fácilmente.
• Capacidad para identificar las necesidades del grupo de alumnos, de forma que se pueda organizar el programa teniendo en cuenta cualquier posible dificultad cognitiva o de contenidos.
• Asertividad y capacidad de liderazgo para manejar, motivar e intermediar en grupos de trabajo.
• Capacidad directiva para seleccionar las herramientas más adecuadas e implementar la metodología más conveniente según el tipo de estudiantes y de formación.
• Empatía, escucha activa y flexibilidad para adaptar nuevas estrategias formativas.

Además de poseer ciertas aptitudes y capacidades, la docencia es una profesión que requiere desarrollar ciertos rasgos de la personalidad para que la interacción entre alumno y profesor sea más productiva.

Por ejemplo, es importante sentir cierto entusiasmo para evitar caer en la monotonía, y poder transmitir motivación a los estudiantes.

Igualmente, es importante la creatividad, que permite al docente captar la atención, algo especialmente importante si los alumnos son niños o adolescentes.

La paciencia es otra de las claves para ser un buen profesor y, probablemente, la más valiosa.

Humildad, respeto, flexibilidad, responsabilidad, son actitudes imprescindibles para que la relación con los estudiantes sea buena y fructífera.

Un buen docente hace que la experiencia de aprendizaje sea positiva en ambos sentidos, porque es capaz de proporcionar a los alumnos nuevas competencias y a la vez disfrutar del proceso e ir desarrollando nuevas aptitudes, tanto a nivel humano como tecnológico.

Además, una buena actitud crea un ambiente idóneo para el aprendizaje y, por supuesto, mejora la imagen de la escuela.

El Marco Europeo DIGCOMP nos marca una serie de competencias digitales que no solo el profesorado, si no la ciudadanía en general debería tener hoy en día.

Identifica 21 competencias organizadas en 5 áreas:

1. Información y alfabetización

1.1. Navegación, búsqueda y filtrado de datos, información y contenido digital
1.2. Evaluación de los datos información y contenido digital
1.3. Gestión de los datos, información y contenido digital

2. Comunicación y colaboración

2.1. Interacción a través de tecnologías digitales
2.2. Compartición a través de tecnologías digitales
2.3. Implicación en procesos para la ciudadanía a través de las tecnologías
2.4. Colaboración a través de tecnologías digitales
2.5. “Netiqueta”
2.6. Gestión de la identidad digital

3. Creación de contenidos digitales

3.1. Desarrollo de contenidos digitales
3.2. Integración y re-elaboración de contenido digital
3.3. Copyright y licencias
3.4. Programación

4. Seguridad

4.1. Protección de dispositivos
4.2. Protección de datos personales y privacidad
4.3. Protección de la salud y el bienestar
4.4. Protección del medio ambiente

5. Resolución de problemas

5.1. Resolución de problemas técnicos
5.2. Identificación de necesidades y respuestas basadas en tecnología
5.3. Innovación y creatividad usando la tecnología
5.4. Identificación de brechas en las competencias digitales

Tener todas estas cualidades y rasgos personales no es garantía de que un docente vaya a ser el mejor, pero sí nos indican que se trata de una persona apta para desarrollar esta profesión.