Las rúbricas permiten una evaluación bastante objetiva, incluso en actividades que en principio pueden parecer más cualitativas y abiertas a la interpretación, como puede ser, por ejemplo, un ensayo, una exposición oral o un debate, redacciones…
Se presenta en una matriz donde en cada línea aparece el objetivo de aprendizaje a evaluar y los distintos grados en los que se ha conseguido ese objetivo, junto con un valor numérico, en caso de usarla también para realizar una evaluación sumativa.