El viaje del estudiante o learner journey es la información de las fases por las que pasa el alumnado durante su proceso de aprendizaje.
El mapear este viaje es un ejercicio que nos ayuda de alguna manera a entrar en la cabeza de nuestro alumnado y ver toda su experiencia con nuestros programas formativos desde su perspectiva. Tener en cuenta lo que experimenta desde que es consciente de nuestro programa formativo se registra participa y aplicar lo aprendido.
Gracias al mapeo de este viaje se crea una representación visual cuyo objetivo es ponernos en el lugar del alumnado para poder comprender mejor sus necesidades, percepciones y emociones, así como los factores que contribuyen o restan valor a su experiencia.
Este ejercicio nos ayuda a generar conversaciones e ideas sobre las necesidades, los puntos débiles y las oportunidades de mejora.
Nos obliga a cambiar la perspectiva, lo que ayuda a obtener comprensión y empatía por nuestro alumnado.
Nos ayuda a entenderle mejor y nos da una visión más realista sobre lo que realmente funciona y lo que no.
Además, nos ayuda a identificar oportunidades para mejorar la experiencia de aprendizaje desde el descubrimiento del programa hasta la aplicación de las habilidades.
Es realmente una herramienta muy potente que puede marcar la diferencia y ayudarnos a diseñar una experiencia de aprendizaje más eficaz que satisfaga las necesidades tanto educativas como emocionales de nuestro alumnado. Porque abordar las necesidades emocionales de nuestro alumnado le puede ayudar a una mejor retención de la información.